11 de junio de 2013

Qué hace el trabajador social en salud mental

Recientemente, acudió un grupo de estudiantes deTrabajo Social que estaban realizando un trabajo sobre el rol del trabajador social en salud mental o, más en concreto en mi caso, en un centro de rehabilitación psicosocial para personas con Trastorno Mental Grave. Es algo que suele pasar a menudo y he pensado que podría hacer un post para que sirva de introducción a los estudiantes que vengan en un futuro o para cualquier persona que tenga curiosidad en el tema.



Para comenzar, podéis leer aquí “El trabajo Social en Salud Mental”, para tener una aproximación mucho más científica sobre el tema. De este texto,  me gustaría destacar que el Trabajador Social Clínico busca el cambio a través de:
  1. La relación interpersonal
  2. Cambiando su situación social
  3. Cambios en la relaciones con sus personas significativas vitales



Para ello, el trabajador social incluye “lo social” dentro de la salud mental de nuestros usuarios, porque es el especialista en ello, en recursos y servicios sociales y, como no, en las relaciones comunitarias. Y dentro de estas relaciones, tiene un lugar privilegiado las relaciones familiares que, como insistimos siempre, tan importantes son para el curso de la enfermedad.

En pocas palabras, nuestra función es provocar el cambio en el usuario para mejorar su adaptación social y favorecer su integración en la comunidad, dentro de un equipo multiprofesional. Para ello, los trabajadores sociales enfocaremos nuestro trabajo en estas áreas (aunque eso no signifique que no sepamos y/o actuemos en otras áreas cuando así se dé en función de la persona, el equipo y las circunstancias):



  • Familia. Orientar, asesorar, valorar necesidades y fortalezas, vincularles al proceso de rehabilitación. Hacer grupos, Terapia Familiar…
  • Formación y empleo. Motivar al estudio y al empleo, orientando al itinerario más adecuado para las circunstancias de cada persona.
  • Relaciones sociales. Creación o ampliación de red social de la persona que le permita su adecuada integración social.
  • Autonomía social. Orientar y enseñar a usar los recursos comunitarios, las prestaciones sociales y de apoyo. Que la persona sea capaz de resolver sus gestiones, de manejar su dinero, que tenga una vivienda digna, resuelva sus necesidades básicas (y otras no tan básicas), potenciando el asociacionismo y la vinculación a grupos de pertenencia.

Para ello hay que desarrollar las intervenciones necesarias a nivel individual, familiar, grupal y comunitario para que se puedan desarrollar estos programas y cumplir los objetivos previstos en el Plan Individual de Rehabilitación. Y eso conlleva hacer entrevistas, Trabajo Social de grupos, Psicoeducación de familias, intervenciones individuales en la comunidad, actividades de prevención y sensibilización, coordinarnos con el resto de recursos, hacer informes, docencia, investigación… Como veis, bastantes cosas (que dan para varios posts) y que necesita de una cierta organización en nuestro trabajo, para no perdernos en la vorágine del día a día y para poder plantearnos objetivos a medio y largo plazo. Sin esa organización sería imposible.

Y a todas estas “cosas”, se le une las relacionadas con el 2.0. Los trabajadores sociales tenemos nuevas responsabilidades en este ámbito. Tanto para ayudar a nuestros usuarios a integrarse en ellas, como para evitar su exclusión a aquello que se encuentran alejados de las nuevas tecnologías. A esto hay que sumar nuestro propio networking (contra más contactos tengamos en el ámbito de lo social, más contactos tendrán nuestros usuarios y mayor integración y rehabilitación) y la oportunidad que nos brindan las redes sociales de impulsar el cambio social.

Las posibilidades que nos ofrece un blog o Facebook o Twitter, como canal para crear opinión, enviar un mensaje, convertirlo en viral, crear comunidad… es decir, ayudar al cambio en la sociedad son inimaginables hace unos años. Por eso, como trabajadores sociales, no podemos perder esta oportunidad, tener nuestro blog, aportar en el de nuestra organización (sea de la naturaleza que sea), participar en redes sociales… Todo lo que esté en nuestra mano para que, en el caso de la salud mental, acabar con el estigma y que las personas con trastorno mental tengan, al menos, las mismas posibilidades que los demás.





6 comentarios:

Rosa M. dijo...

Muchas gracias por compartir esta información. Me ha sido de gran utilidad

sergio dijo...

Gracias a ti, me alegro de que te haya servido.

Tecla dijo...

Me gustaría saber, si el trabajador social puede ayudar a un enfermo q no está diagnosticado, q no admite q esta enfermo y q se niega ha solicitar asistencia psicológica. Gracias

Tecla dijo...

Me gustaría saber, si el trabajador social puede ayudar a un enfermo q no está diagnosticado, q no admite q esta enfermo y q se niega ha solicitar asistencia psicológica. Gracias

sergio dijo...

Hola Tecla. Por supuesto que puede ayudar. Muchas de las personas que atendemos con diagnóstico dentro del espectro de la psicosis, se encuentran en un principio, en esa situación. A través de la relación, el vínculo, podemos comenzar un trabajo juntos que lleve a realizar un proceso de rehabilitación. Saludos

Unknown dijo...

Hola, un trabajador social puede hacer q el ingreso en cualquier tipo de residencia, sea puesto como urgente se los informes siquiatricos lo afirma así, gracias