Acabamos ya esta serie veraniega sobre
Trainspotting. Y lo hacemos, como no, con el tratamiento. Muchas veces se dice
que hay que tocar fondo para hacer un cambio. Y eso es precisamente lo que le
ocurre a nuestro protagonista. En el post anterior, dejábamos a Mark Renton, en
medio de una sobredosis mientras sonaba “Perfect Day” de Lou Reed. Y es,
precisamente este momento que ve la muerte de cerca, lo que lleva a Mark Renton,
mejor dicho a su familia, a comenzar un tratamiento para desengancharse de la
heroína.
No era la primera vez que lo intentaba, la
historia es un constante intento de salir de este mundo VS justificarse para
seguir dentro. La primera, es al principio, por él mismo: “Diez
latas de sopa de tomate Heinz, ocho latas de crema de champiñones (todas para
consumir frías), un gran bote de helado de vainilla (que dejaré derretir para
bebérmelo), dos botellas de laxante, un frasco de paracetamol, un paquete de pastillas
Rinstead para la boca, un frasco de multivitaminas, cinco litros de agua mineral,
doce bebidas isotónicas Lucozade y algunas revistas: porno blando, Viz, Scottish Football Today, The Punter, etc. El artículo más importante ya me lo procuré
durante una visita al hogar familiar; la botella de Valium de mi madre, sustraída
del armario del cuarto de baño. No me hace sentir mal. Ahora nunca los usa, y
si los necesitara, su edad y su sexo dictarían que el memo de su médico se los
recete como si fueran gominolas. Tacho amorosamente todos los artículos de mi
lista. Va a ser una semana dura (P. 15).
La rehabilitación basada en la metadona
siempre ha sido tema de debate entre los clínicos. Como ejemplo, sirva la
opinión de Olivieri (2001, P. 185): “Ningún
tratamiento de sustitución, si no está encaminado a la recuperación del
drogodependiente, conduce a largo plazo a ningún resultado. Se trata únicamente
de que un drogadicto continúe con su drogadicción y que incluso llegue a pensar
que su tratamiento es lícito y que, por consiguiente, puede seguirlo
indefinidamente. De ahí a la legalización de las drogas hay un solo paso”.
Por ello, es necesario un trabajo de
rehabilitación centrado en la persona, individualizado que conlleve la
integración de la persona adicta a la sociedad. En la película no tratan este
tema, pero en la novela un capítulo es dedicado a un trabajo psicosocial con
Renton. Primero desde el psicoanálisis: “De todas formas sí que aprendí algunas cosas,
basándome en las revelaciones de Forbes y mis propias investigaciones del
psicoanálisis y de cómo mi comportamiento debería ser interpretado. Tengo
una relación sin resolver con mi hermano muerto, Davie, pues he sido
incapaz de desentrañar o expresar mis sentimientos acerca de su catatónica
vida y subsiguiente muerte. Tengo sentimientos edípicos hacia mi madre y
unos celos latentes sin resolver hacia mi padre. Mi conducta con el jaco
es de tipo anal, en busca de atenciones, sí, pero en vez de retener las
heces para rebelarme contra la autoridad familiar, me meto jaco en el
cuerpo para reivindicar el poder sobre él de cara a la sociedad en general. Vaya
mamoneo, ¿eh?”. (P. 159).
Después por el conductismo: “La psicóloga clínica Molly Greaves tendía a
observar mi conducta y las formas de modificarla, en vez de determinar sus
causas. Parecía como si Forbes hubiese hecho lo suyo, ahora era el momento
de corregirme. Entonces fue cuando empecé con el programa de reducción,
que sencillamente no funcionó, seguido por el tratamiento de metadona, que
me hizo empeorar”. (P. 159).
Y para acabar, nuestro querido Trabajo Social: “Tom Curzon, el consejero de la agencia
para las drogas, un tío con un trasfondo más de trabajo social que médico,
estaba metido en terapias rogerianas centradas en el cliente (…) Me despreciaba
a mí mismo y al mundo porque no quería enfrentarme a mis limitaciones y a las
de la vida misma. La aceptación de limitaciones derrotistas parecía pues
constituir la salud mental, o el comportamiento no desviado. El éxito y el
fracaso significan simplemente la satisfacción y la frustración del deseo. El
deseo puede ser predominantemente intrínseco, basado en nuestros impulsos individuales,
o extrínseco, estimulado primordialmente por la publicidad, o los modelos de
conducta social tal y como nos son presentados por los medios de comunicación y
la cultura popular. A Tom le parece que mi concepto del éxito y el fracaso sólo
opera a un nivel individual más que a un nivel individual y social. Debido a
esta incapacidad en reconocer las recompensas sociales, el éxito (y el fracaso)
sólo pueden ser experiencias pasajeras para mí, puesto que esa experiencia no
puede apoyarse en la concesión socialmente organizada de la riqueza, el poder,
el estatus, etc., ni, en caso de fracaso, en los estigmas o el reproche”. (P.
160).
http://personalidadupn.blogspot.com.es/ |
Y, al final lo consigue cuando, haciendo
caso a su amiga, encuentra algo nuevo. Se va a Londres, rompe con su entorno,
consigue trabajo, se desengancha finalmente (58’ 20). Aunque el entorno le
persigue, le visitan en Londres, le meten en un trapicheo, le hace recaer… Pero
Renton quiere acabar con esto, les traiciona, algo que impida volver a
Edimburgo e, incluso, a Gran Bretaña: "Me lo he justificado a mí mismo de todas las
maneras. Que no era para tanto, solo una pequeña traición, o que nuestras vidas
habían ido por caminos cada vez más distintos, ese tipo de cosas. Pero
afrontémoslo, les di el palo a mis supuestos colegas. A mí Bergbie me importaba
una mierda, y Sick Boy, él me habría hecho lo mismo si se le hubiese ocurrido
primero, y Spud, bueno, vale, lo sentí por Spud, él nunca le hizo daño a nadie.
Entonces, ¿por qué lo hice? Podría ofreceros un millón de respuestas, todas
falsas. Lo cierto es que soy una mala persona, pero eso va a cambiar, yo voy a
cambiar. Es la última vez que hago algo así. Ahora voy a reformarme y dejar
esto atrás, ir por el buen camino y elegir la vida. Estoy deseándolo, voy a ser
igual que vosotros. El trabajo, la familia, el televisor grande que te cagas,
la lavadora, el coche, el equipo de compact disc y el abrelatas eléctrico,
buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto, ropa
deportiva, traje de marca, bricolaje, teleconcursos, comida basura, niños,
paseos por el parque, jornada de nueve a cinco, jugar bien al golf, lavar el
coche, jerseys elegantes, navidades en familia, planes de pensiones,
desgravación fiscal... ir tirando mirando hacia delante hasta el día en que la
palmes.".
Un final abierto, ya que la heroína es un “amigo” muy
fiel, siempre te acompañará aunque tú la abandones, siempre dispuesta a volver
contigo cuando tengas un problema o, simplemente, quieras pasártelo bien. “Como dijo Harry Lauder, sólo
pretendo continuar así hasta el final del camino...” (P. 162).
FIN
1 comentario:
Hasta que no vives la adicción a la Heroína .... no ves el verdadero significado de esclavitud
Publicar un comentario