“Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera.
Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras,
coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud,
colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige
un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego.
Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos
baratos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la
mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y
aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige
pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una
carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para
reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida... ¿pero por qué iba yo a querer
hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No
hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”.
Mientras, huye de sus perseguidores
y suena Lust for Life de Iggy Pop, el
protagonista, Mark Renton, nos cuenta en este monólogo, toda una declaración de
principios, nos cuenta por qué eligió la heroína.
- La etiología biológica, psicológica, social y familia
- El consumo, dependencia y el síndrome de abstinencia.
- El tratamiento de las toxicomanías en general y de la heroína en particular.
Su
acercamiento al mundo de la heroína está basado en primera persona y desde un
punto de vista social. Y eso es porque el autor, Welsh, formó parte de los
números jóvenes del barrio de Leith de Edimburgo que durante los años 80 fueron
adictos, convirtiéndola en una de las capitales europeas con mayor incidencia
del SIDA.
En una entrevista reciente a El País reconoce que cuando regresó a Edimburgo, después de haber estado una
temporada en Londres, acabó enganchado a la heroína durante dos años y medio.
"Es algo de lo que me arrepiento, fue una época dura para mí y para los
que me rodeaban", recuerda. "Estaba pasando un duelo. Acababa de
morir mi padre, y salía de un fracaso amoroso. Quería liberarme, y acabé metido
en la heroína. Pero supongo que logré que aquella experiencia funcionara para
mí en un modo positivo". Y desde luego así fue, Welsh finalmente,
eligió la vida.
CONTINUARÁ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario