Trabajando en un Centro de RehabilitaciónPsicosocial, nuestros usuarios, difícilmente pedirán una terapia familiar. Y es
algo lógico, ya que ha sido derivado el paciente (no la familia) a nuestro
servicio con un diagnóstico previo de Trastorno Mental Grave. Además, en
nuestra puerta no pone nada referente a Terapia Familiar, ni mucho menos. Por
eso, lo que pedirá la familia es que uno (o varios) síntomas desaparezcan. Eso
sí, sin que se cambie nada en la familia. Difícil, ¿verdad?
Este es un proceso que puede ser útil para el cambio de contexto:
Este es un proceso que puede ser útil para el cambio de contexto:
1.-
Acoger a la familia. Ante esta situación que nos encontramos en el día a día, la
familia debe ser, primero, escuchada y acogida. Sin juicios ni
culpabilizaciones. A través de entrevistas familiares, les damos la oportunidad
de encontrar un lugar donde confiar y poder apoyarse. Y un instrumento que
sirven de mucho para ello son, además de las entrevistas, los grupos
de Psicoeducación de Familias.
2.-
Invitar a la familia a la participación en Psicoeducación de Familias. El mejor paso para aprender
más sobre el trastorno, conocer por dentro el recurso y a sus profesionales, intimar
con otras familias con la misma problemática, romper su aislamiento y – a veces
– el secretismo con el que viven el proceso de su familiar. Y de recibir
consejos muy útiles de sus compañeros que les va a permitir ver el trastorno de
otra manera, de forma más optimista.
3.-
Hacer explícito a la familia su colaboración. Después de sentirse
acogida, escuchada, informada, asesorada, relacionada con otros familiares… es
cuando les hacemos saber a la familia que les necesitamos. Que la familia es el
mejor recurso y que un cambio en un miembro es fundamental para un cambio en el
sistema.
4.-
Deslizamiento de contexto. Es entonces cuando podemos hacer un deslizamiento de
contexto individual a un contexto familiar. Ahora la familia estará preparada
para poder hacer cambios. Es más, suele estar de acuerdo que para que se
consiga éxito en un proceso de rehabilitación, la familia debe hacer cambios. Y para ese deslizamiento de contexto, es muy
útil la
Psicoeducación Familiar Sistémica.
5.- Introducción en el grupo del término Emoción Expresada. Utilizando
la explicación del concepto de emoción expresada, realizamos un deslizamiento
de contexto, pasando de un enfoque individual a otro que incluye al sistema
familiar. “Si reducimos la emoción
expresada se reducen las recaídas. Vuestra alta intensidad emocional debemos,
entre todos, canalizarla para que sea el mejor aliado para derrotar a la
cronicidad”
6.-
Comenzamos la
Psicoeducación Familiar Sistémica. A partir de este
momento, la introducción de conceptos estructurales, del ciclo vital, del
concepto de crisis… ofrece a las familias participantes herramientas para el
cambio familiar y, por tanto, en el paciente; implicándoles en mayor medida en
el proceso rehabilitador para evitar que la cronicidad y el estancamiento se instale
en su sistema familiar. Las familias mejoran las expectativas de autonomía y de
recuperación como sistema familiar, además de cumplir con los objetivos
propuesto por la
Psicoeducación Familiar clásica.
7.-
Terapia Familiar. Y estas familias, han sido susceptibles de la realización de
Terapia Familiar con un mayor aprovechamiento que las que fueron atendidas sin
este proceso. Eso sí, de forma tranquila y pausada, con objetivos a corto plazo
y concretos. Ya que, en las familias que atendemos en un CRPS, las prisas
siempre son malas consejeras.
¿Se os ocurren más ideas para cambiar el contexto? ¿Cómo lo hacéis vosotros en otros recursos y otros colectivos?
2 comentarios:
¿No es mejor hablar de una enfermedad familiar, ya que se esta presentando un síntoma a través de la patología presentada por uno de sus miembros, si la familia, asume que la enfermedad los afecta a todos, tendrán mayor disponibilidad, para comprometerse en el tratamiento, puesto que una patología, en un miembro de la familia no es un problema hasta que genera conflictos dentro de esta, lo que hace que consulten cuando la situación ya se torna incontrolable, y todo el grupo familiar se encuentra con algún tipo de daño, en las pautas de relación de estos?
En lo que creo firmemente es que la familia debe asumir que el trastorno afecta a todos. Que si la familia se responsabiliza del proceso, si hacen un esfuerzo para mejorar sus vínculos y su comunicación, el curso del trastorno mejorará y todos serán más plenos y felices. Pero de ahí, a decir que es una enfermedad familiar, es mucho decir. Al afirmar esto, parece que la causa sea la familia. Y actualmente no se conocen las causas reales de la esquizofrenia. Se sabe que afecta el ambiente, la genética, los desarreglos bioquímicos y estructurales en el cerebro... Pero no de dónde surge. Lo que sí sabemos es que términos como madre esquizofrenógena o mistificación, aunque nos dieron otra visión, creaban un distanciamiento entre clínicos y familiares que impedían que el proceso fuera un éxito. Creo que los profesionales - paciente - familia deben formar un equipo; todos a una para conseguir los objetivos propuestos en el plan individual de rehabilitación. Muchísimas gracias por tu aportación, Valeska. Un saludo
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