Tener una adecuada red social nos hace tener una
mejor autoestima, mejora la convivencia de la familia, nos da apoyo emocional,
nos ayuda a conseguir nuestros objetivos personales y laborales y nos permite
una mejor regulación social.
En caso de crisis personal, la red social es el
primer lugar donde llamamos a la puerta, mucho antes de acudir a un
profesional. Por ello, en una intervención integral, es
indispensable tener en cuenta la red social de la persona, reforzarla y mejorar
sus prestaciones. Ya que ello le dará autonomía y una mayor independencia si
surgiera otro momento crítico.
Además, como dice Sluzki, la red social nos sirve
como monitora de salud ya que nos retroalimenta, nos avisa si existen
desviaciones y nos permite llevar una mejor rutina (dieta, ejercicio, sueño,
ocupación…). Nos permite dar sentido a nuestra vida y nos da gran parte de
nuestra identidad.