Recientemente, acudió un grupo de estudiantes deTrabajo Social que estaban realizando un trabajo sobre el rol del trabajador
social en salud mental o, más en concreto en mi caso, en un centro de rehabilitación psicosocial para personas con Trastorno Mental Grave. Es algo
que suele pasar a menudo y he pensado que podría hacer un post para que sirva
de introducción a los estudiantes que vengan en un futuro o para cualquier
persona que tenga curiosidad en el tema.
Para comenzar, podéis leer aquí “El
trabajo Social en Salud Mental”, para tener una aproximación mucho más
científica sobre el tema. De este texto,
me gustaría destacar que el Trabajador Social Clínico busca el cambio a
través de:
- La relación interpersonal
- Cambiando su situación social
- Cambios en la relaciones con sus personas significativas vitales
Para ello, el trabajador social incluye “lo social”
dentro de la salud mental de nuestros usuarios, porque es el especialista en
ello, en recursos y servicios sociales y, como no, en las relaciones
comunitarias. Y dentro de estas relaciones, tiene un lugar privilegiado las
relaciones familiares que, como insistimos siempre, tan importantes son para el
curso de la enfermedad.
En pocas palabras, nuestra función es provocar el
cambio en el usuario para mejorar su adaptación social y favorecer su
integración en la comunidad, dentro de un equipo multiprofesional. Para ello,
los trabajadores sociales enfocaremos nuestro trabajo en estas áreas (aunque
eso no signifique que no sepamos y/o actuemos en otras áreas cuando así se dé
en función de la persona, el equipo y las circunstancias):
- Familia. Orientar, asesorar, valorar necesidades y fortalezas, vincularles al proceso de rehabilitación. Hacer grupos, Terapia Familiar…
- Formación y empleo. Motivar al estudio y al empleo, orientando al itinerario más adecuado para las circunstancias de cada persona.
- Relaciones sociales. Creación o ampliación de red social de la persona que le permita su adecuada integración social.
- Autonomía social. Orientar y enseñar a usar los recursos comunitarios, las prestaciones sociales y de apoyo. Que la persona sea capaz de resolver sus gestiones, de manejar su dinero, que tenga una vivienda digna, resuelva sus necesidades básicas (y otras no tan básicas), potenciando el asociacionismo y la vinculación a grupos de pertenencia.
Para ello hay que desarrollar las intervenciones
necesarias a nivel individual, familiar, grupal y comunitario para que se
puedan desarrollar estos programas y cumplir los objetivos previstos en el Plan
Individual de Rehabilitación. Y eso conlleva hacer entrevistas, Trabajo Social
de grupos, Psicoeducación de familias, intervenciones individuales en la
comunidad, actividades de prevención y sensibilización, coordinarnos con el
resto de recursos, hacer informes, docencia, investigación… Como veis,
bastantes cosas (que dan para varios posts) y que necesita de una cierta
organización en nuestro trabajo, para no perdernos en la vorágine del día a día
y para poder plantearnos objetivos a medio y largo plazo. Sin esa organización
sería imposible.
Y a todas estas “cosas”, se le une las relacionadas
con el 2.0. Los trabajadores sociales tenemos nuevas responsabilidades en este
ámbito. Tanto para ayudar a nuestros usuarios a integrarse en ellas, como para
evitar su exclusión a aquello que se encuentran alejados de las nuevas
tecnologías. A esto hay que sumar nuestro propio networking (contra más
contactos tengamos en el ámbito de lo social, más contactos tendrán nuestros
usuarios y mayor integración y rehabilitación) y la oportunidad que nos brindan
las redes sociales de impulsar el cambio social.
Las posibilidades que nos ofrece un blog o Facebook
o Twitter, como canal para crear opinión, enviar un mensaje, convertirlo en
viral, crear comunidad… es decir, ayudar al cambio en la sociedad son
inimaginables hace unos años. Por eso, como trabajadores sociales, no podemos perder
esta oportunidad, tener nuestro blog, aportar en el de nuestra organización
(sea de la naturaleza que sea), participar en redes sociales… Todo lo que esté
en nuestra mano para que, en el caso de la salud mental, acabar con el estigma y que las personas con trastorno mental tengan, al menos, las mismas
posibilidades que los demás.
6 comentarios:
Muchas gracias por compartir esta información. Me ha sido de gran utilidad
Gracias a ti, me alegro de que te haya servido.
Me gustaría saber, si el trabajador social puede ayudar a un enfermo q no está diagnosticado, q no admite q esta enfermo y q se niega ha solicitar asistencia psicológica. Gracias
Me gustaría saber, si el trabajador social puede ayudar a un enfermo q no está diagnosticado, q no admite q esta enfermo y q se niega ha solicitar asistencia psicológica. Gracias
Hola Tecla. Por supuesto que puede ayudar. Muchas de las personas que atendemos con diagnóstico dentro del espectro de la psicosis, se encuentran en un principio, en esa situación. A través de la relación, el vínculo, podemos comenzar un trabajo juntos que lleve a realizar un proceso de rehabilitación. Saludos
Hola, un trabajador social puede hacer q el ingreso en cualquier tipo de residencia, sea puesto como urgente se los informes siquiatricos lo afirma así, gracias
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