La familia Bélier ya nos abandona después de su proceso. Después de las anteriores sesiones hemos concluido que nos encontramos con una familia con grandes recursos para superar sus crisis, consiguiendo ser el mejor recursos para sus miembros. Es lo que llamamos una Familia de Cine. Vamos con la última sesión, la de cierre.
¿EN QUÉ MOMENTO SE ENCUENTRAN Y CÓMO AFRONTAN LOS CAMBIOS?
La familia Bélier se encuentra entre la tercera y cuarta etapa del ciclo vital: la adolescencia. Los dos hijos del matrimonio, Quentin y Paula, son adolescentes pero el hecho de que Paula quiera irse a París y dejar a su familia en la granja hace que se produzca una crisis familiar y tenga que buscar nuevas formas de organización para su funcionamiento diario.
Aunque en un principio, el matrimonio no acepta la decisión de su hija y se muestra rígido y negado a realizar un cambio en su dinámica familiar llegando incluso, en cierta medida, a desarrollar un síntoma por parte de la madre para que Paula continúe en el hogar, se constata finalmente su capacidad de adaptación al cambio y la adopción de nuevas estrategias para su día a día. Esta familia, se encuentra, por lo tanto, en la transición de una fase estable a una fase de contracción, pues uno de sus miembros va a abandonar el núcleo familiar.
En cuanto a la crisis familiar que atraviesa esta familia, podemos decir que se trata de una crisis de desarrollo; como sabemos, este tipo de crisis tienen un carácter universal y todas las familias pasan por ellas. Se puede destacar en este momento el conflicto de lealtad familiar que vive Paula a nivel individual; la protagonista se encuentra ante la toma de una decisión importante en su vida: seguir en la granja para así complacer y continuar ayudando a su familia o realizar la prueba de canto en París que le puede abrir las puertas para su futuro.
Si bien en un primer momento el sentimiento de arraigo y pertenencia familiar le hace a Paula abandonar su proyecto de futuro (min. 01:13:08), es en la actuación escolar donde Rodolphe se da cuenta la emoción que produce en los demás la actuación de su hija (min. 01:23:00).
En el momento en el que viaja toda la familia a París para que Paula realice la prueba desaparece este conflicto de lealtad, pues de manera implícita padre y madre le dan a su hija el consentimiento y permiso para que lleve su vida de una manera autónoma e independiente del núcleo familiar. También se puede observar este mismo consentimiento si bien de forma más explícita cuando, tras montarse en el coche para ir París, Paula baja de nuevo para abrazar a su familia y sus padres le dicen tanto a nivel analógico como digital: “Vete” (min. 01:39:35).