Trabajando en un Centro de RehabilitaciónPsicosocial, nuestros usuarios, difícilmente pedirán una terapia familiar. Y es
algo lógico, ya que ha sido derivado el paciente (no la familia) a nuestro
servicio con un diagnóstico previo de Trastorno Mental Grave. Además, en
nuestra puerta no pone nada referente a Terapia Familiar, ni mucho menos. Por
eso, lo que pedirá la familia es que uno (o varios) síntomas desaparezcan. Eso
sí, sin que se cambie nada en la familia. Difícil, ¿verdad?
Este es un proceso que
puede ser útil para el cambio de contexto:
1.-
Acoger a la familia. Ante esta situación que nos encontramos en el día a día, la
familia debe ser, primero, escuchada y acogida. Sin juicios ni
culpabilizaciones. A través de entrevistas familiares, les damos la oportunidad
de encontrar un lugar donde confiar y poder apoyarse. Y un instrumento que
sirven de mucho para ello son, además de las entrevistas, los grupos
de Psicoeducación de Familias.
Como
os conté en el último post, uno de los proyectos de este otoño que más ilusión
me crea es la preparación del seminario Reflexiones
Sistémicas sobre la intervención Trastorno Mental Grave, que impartirá
Jesús Etxebeste. Es el segundo
seminario del programa de formación que ha preparado la Asociación Aragonesa
de Rehabilitación Psicosocial (AARP). Del primero, La Cognición Social,
ya os hablé aquí y del tercero también tendréis información en este blog.
Pero
ahora nos toca centrarnos en el próximo. Como os decía, ilusión por la llegada
a Zaragoza de Jesús Etxebeste para hablarnos de la intervención familiar sistémica
en el Trastorno Mental Grave, que como
podéis adivinar por el nombre de este blog, es un tema que me apasiona. Y más,
si quien lo va a impartir es un profesional tan brillante como Jesús Etxebeste.
Actualmente trabaja como Médico – Psiquiatra en el Centro de Salud Mental de Osakidetza en Vitoria. Además es Psicoterapeuta Familiar y de Pareja y Supervisor
Docente en Terapia Familiar, acreditado por la FEATF y la FEAP
No. No significa el título del post que lleve más de dos meses de vacaciones. Ya me gustaría. Me refiero al tajo de comenzar a publicar regularmente en EQF&TF.
Decidí hacer un parón los meses de julio y agosto para descansar, renovar las ideas, planificar bien el curso... Esas cosas que se dicen cuando nos vamos de vacaciones. Pero tengo que reconocer que ha sido demasiado tiempo. Quizá es adecuado parar unas semanas. Pero hacerlo más tiempo creo que es un error. Te visita el temido síndrome postvacacional y estás perdido.
Pero este tiempo ha servicio para que me reafirme en la idea que mantener un blog actualizado, participar en las redes sociales con tus contactos, buscar continuamente ideas, escribir regularmente... es la mejor forma de estar actualizado, ser más productivo (aunque parezca paradójico) y más eficaz en todas las esferas profesionales. Así que he decido que ya es momento de ¡Volver al tajo! Continuaremos escribiendo y debatiendo sobre los temas que caracterizan a EQF&TF:
- La intervención familiar en salud mental
- El Trabajo Social en Salud Mental
- Intervención Social 2.0
Todos - incluida Elvira Lindo, incluido yo - necesitamos que la psiquiatría explique un comportamiento así. Que separe a esta persona del resto de los mortales. Realmente no queremos pensar que la especie humana sea capaz de hacer algo tan macabro, algo tan horrible, algo tan espeluznante. Nos asusta pensarlo. Nos cuesta creer que exista esa maldad. Pero como dice @ElviraLindo (y los psiquiatras con los que cenaba en el Congreso de Psiquiatría en Avilés), la maldad existe. "Hay maldad, maldad sin eximentes, maldad a lo bestia". Y por mucho que insistamos maldad NO ES IGUAL a enfermedad mental. Para nada. Ni mucho menos. Por muchos siglos que la humanidad lo haya intentado. Nos empeñamos en explicar crímenes por un trastorno, delitos porque "está enfermo". Y para nada es así.