La red social es
un concepto muchísimo más antiguo que Facebook o Twitter. El concepto de red
social fue definido inicialmente por la antropología (Barnes, 1954) como:
- Conjunto de
personas que se relacionan con un individuo,
- que forman
vínculos sociales
- utilizan espacio y
tiempo conjuntamente,
- se gustan o se
disgustan,
- y se prestan
ayudas recíprocas (yo te doy y tú me das)
Estos conceptos, que culpabilizaban directamente a
las familias de la etiología de la enfermedad, perdieron protagonismo con la
publicación de la teoría de la vulnerabilidad y la diversidad de factores que influían
en la aparición de la esquizofrenia. Todos esos conceptos fueron perjudiciales
para la familia y también a la corriente sistémica, ya que tenía errores de
fondo como explica Mateo Selvini: “que
la patología individual de uno o de los
dos padres es causa de la patología del hijo, es un modelo lineal que ha sido
desmentido por la práctica clínica”
Estoy notando que existen muchas fuerzas en la sociedad - y un buen pulso de ello son las redes sociales - para que todos nos convirtamos en emprendedores. El modelo de trabajo que todos conocíamos, nos dicen, va a cambiar. Quien no emprenda por su cuenta no tendrá sitio el mercado. Que esta crisis económica, que parece que no va a acabar nunca, va a crear un tipo de profesionales que no se vincularán a una empresa, sino que nosotros seremos "nuestra" empresa. Que hay que crear una marca personal. Que demostremos lo que sabemos en un blog, que demostremos que somos expertos en Linkedin... ¡Ufff!
El viernes estuve en el curso de Cognición Social organizado por la AARP, no pude acudir el sábado, pero, al menos me sirvió para tener una pequeña introducción sobre el tema. Impartido de forma excelente por Guillermo Lahera, Psiquiatra y miembro de la Universidad de Alcalá de Henares, nos introdujo en el tema y desarrolló el programa de intervención en cognción social, SCIT, de David L. Penn.
Todos sabemos que la esquizofrenia pueden producir en las personas que las sufren, déficits cognitivos en la atención, la memoria, la planificación y la ejecución. Las investigaciones recientes incluyen también como posible síntoma, déficits en la cognición social. La cognición social la podríamos definir como la forma que tenemos los seres humanos para comprender la informaciones procedentes de las relaciones sociales, algo fundamental para tener éxito en nuestra interacción social. Es decir, con déficit en cognición social, nuestros roles sociales serán escasos, tendremos una red social baja y que, conllevará, al aislamiento social.