4 de diciembre de 2008

Comentario del artículo LA FUNCIÓN DE LA PROVOCACIÓN EN EL MANTENIMIENTO. Mauricio Andolpi

El texto recoge varias ideas clásicas de la terapia sistémica de las familias con transacción psicótica. Son sistemas rígidos, recogido por la Escuela de Milán especialmente en Paradoja y Contraparadoja y Los Juegos Psicóticos en la Familia. Y la idea de que unos límites interpersonales adecuados y entre subsistemas son una definición de salud mental adecuada, recogida de la Escuela Estructural de Salvador Minuchin. A partir de estos preceptos, ya confirmados en la clínica, el autor nos propone el concepto de provocación como mantenedor de la homeostasis de los sistemas rígidos. Entendiendo provocación tanto de forma agresiva como de forma protectora. Hay que entenderla, por tanto, que la provocación pueden llevarla a cabo el síntoma psicótico como la respuesta de los padres, consiguiendo una pauta circular que hace que todos estén atrapados en el sistema, sin poder independizarse, lo cual se entendería como una traición. Algo que podemos comprobar en las sesiones con estos tipos de familias. Provocación cuando el paciente es agresivo en el entorno familiar, provocación cuando el padre no permite ningún tipo de autonomía cuando el paciente está estabilizado. No hay posibilidad de cambio, tanto si está psicótico como cuando no lo está. El PI queda enzarzado en un juego familiar entre los padres y, en ocasiones, con el resto de hermanos y figuras pseudoparentales, sacrificándose por mantener la homeostasis familiar. Una homeostasis necesaria para que ninguno se ahogue. En el apartado del tratamiento nos aconseja estar pendientes de las fuerzas homeostáticas y de las fuerzas transformadoras (ambas siempre van a estar presentes, aunque en disitintos porcentajes) para poder llegar al cambio. En mi opinión, la explicación para el tratamiento es bastante escueto, con planteamientos y ejemplos bastantes generales. Aunque es normal, ya que el tratamiento con sistemas tan rígidos como las familias con transacción psicótica son complicadas, donde el terapeuta debe estar bien armado para no dejarse llevar y no ser atrapado por el sistema. En general, un texto donde se nos da otro planteamiento, un mapa y una hipótesis a tener en cuenta a la hora de trabajar con este tipo de familias.

4 de noviembre de 2008

Comentario del artículo: EL PLAN TEMÁTICO EN LA SESIÓN. Ricardo Ramos

A pesar de mis prejuicios ante este tipos de terapias, considero una herramienta muy útil la división en temas la terapia, crear un orden del día de la reunión para dirigir la conversación por donde queremos que vaya. También veo correcto que sea el terapeuta quien empiece la sesión, dando a entender a la familia qué sabe y qué no sabe, sin malos entendidos desde un primer momento. Puede dar resultado y conseguir que la sesión sea productiva. La reactivación de la red, por otro lado, aunque considero una brillante idea no veo que para todos profesionales sea igual. A lo mejor Ramos, dentro de su prestigio puede colocarse en una posición up en relación a los demás y sea quien decida a quién reactiva, a quién tranquiliza, quién tiene competencia y quién no… Pero para un trabajador social de un CRPS es mucho más complicado que esos mensajes tengan resultado en el Sistema determinado del problema.

Comentario del artículo: El experto es el cliente: la ignorancia como enfoque terapéutico

Seguimos seleccionando aspectos positivos de las terapias posmodernas. Art´ciulo de Anderson y Goolishian. La postura de ignorancia del terapeuta nos da una nueva perspectiva en las entrevistas para conocer una nueva realidad, la de nuestros clientes, ya que como dice el texto en la “terapia tradicional las preguntas implican una dirección (corrigen la realidad) dan una pista para que el cliente diga la respuesta “correcta”. Eso es cierto y los pacientes nos contestan con lo que queremos oír. Si las preguntas se hacen desde esta perspectiva, buscando un nuevo significado dialogal, las probabilidades de respuestas son infinitas. Pero, de ahí a que haya un cambio… En un CRPS, con pacientes que padecen esquizofrenia paranoide, en algún momento habrá que ir poniendo límites al delirio. Está bien acercarse al paciente de esta manera (de hecho, yo lo he probado) pero no queda otro remedio que, llegando un momento de la intervención, no hacerle creer al paciente que nos lo creemos. Considero que, por mucho que seamos “ignorantes”, existirá una doble mirada al interpretar la realidad porque, por mucho que lo intentemos, el terapeuta entra en la entrevista con toda su historia y su experiencia.

10 de octubre de 2008

Comentario del Artículo: ¿DONDE QUEDA LA FAMILIA EN LA TERAPIA FAMILIAR NARRATIVA?

Magnífico artículo del magnifico Salvador Minuchin. A través de la crítica nos hace más cercana el modelo de la narrativa. Crítica constructiva, ensalzando sus aspectos positivos que le han dado a la Terapia Familiar y destacando lo que pueden ser elementos de retroceso y volver a una línea más lineal e individual. La familia se convierte en un espacio intermedio dentro de un sistema mayor: la cultura, que influye en la realidad de los miembros de las familias. Por tanto, lo que tiene importancia es esa cultura y el individuo, no las pautas interpersonales.
Entonces, ¿qué es del juego familiar, de los límites, de los roles, de los mitos, de la jerarquía…? El terapeuta se limita a colaborar (no puede influir, porque si fuéramos expertos perteneceríamos a ese poder que explota al que no es poderoso) para cambiar la realidad. Como ideología es buena: la idea de izquierdas de romper con la hegemonía del poderoso. Quién no va a estar de acuerdo con ello trabajando en lo social. Conseguiríamos del mundo un lugar maravilloso y utópico.
Pero, a la hora de trabajar en terapia, nos ofrece un corsé demasiado ajustado que no permite movernos con libertad. Es cierto que ofrece unas técnicas creativas que pueden darnos mucho juego en terapia, pero siempre (al menos es lo que yo necesito en estos momentos) fijándonos en las pautas interpersonales, en los límites, en los juegos, en los roles, en la jerarquía. Dando prescripciones, colaborando, pero siendo experto que es lo que, finalmente, solicita la familia. Si no fuéramos expertos no vendrían a consulta. Pero, como dije ayer es cosa de probar, de leer, de razonar, de escribir y de coger lo bueno de cada cosa. También puede ser que a uno de los padres de la Terapia Familiar le de miedo que su hija se le haga mayor y lo pasé mal en la fase de la emancipación. Aunque de momento, yo estoy de acuerdo con el padre.
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